A las puertas de unas elecciones, y de nuevo se nos presenta la infamia de, lo que llamamos, sistema electoral.
Y es que, aparte de lo inexplicable de mantener listas cerradas y bloqueadas ¡en el 2015! de lo injusto del sistema de asignación de escaños
(Ley D´Hont), etc, de unos años a esta parte, no todo el que tenga una propuesta electoral puede presentarse a las elecciones.
Así es, tristemente, y por mucho que se sorprendan algunos lectores;
según la Ley Electoral, los partidos políticos sin representación se ven obligados a conseguir las firmas del 0,1% del censo de la circunscripción. Lo que, en la provincia de Málaga supone ni más ni menos que, 1.100 firmas.
Pero ¡ojo!. No contentos con ello, los sesudos autores de la Ley, limitan a 20 días, el plazo en que las citadas firmas se pueden conseguir.
Un panorama democrático bastante desolador. Por cierto; no he visto, ni oído, ninguna declaración de los denominados, partidos emergentes, acerca de esta discriminación. Quizá estén demasiado ocupados hablando de "regeneración democrática", en abstracto, claro.
Y es que, debiera ser el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, es, cada vez más; el cortijo de unos cuantos.