Esta tragedia ha sucedido tan sólo unos días después de que la Unión Europea recuerde a España la “Directiva del Retorno” -aprobada por los propios parlamentarios españoles- es decir, mayor dureza para deportar a los extranjeros. La realidad demuestra que blindar fronteras no es la solución, sino que forma parte del problema. La muerte de estas personas que han llegado a la costa de Almería, que han llegado hasta nuestra puerta, nos dice que no podemos seguir pasivos frente a estos asesinatos.
Desde estas páginas nos solidarizamos con todas las familias de los inmigrantes que han muerto en nuestras costas, con todos los que han perdido la vida en su viaje por conseguir una vida mejor para sus familias.
La sociedad española, la sociedad almeriense -en particular- está obligada moralmente a exigir un cambio radical en las políticas migratorias, un cambio estructural en las relaciones internacionales para que las personas de los países empobrecidos no se vean obligadas a salir arriesgando sus vidas.
¡Unámonos en una denuncia pública moral liberadora, contra las causas que provocan las migraciones y en solidaridad con todos los inmigrantes!.
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