Más de 3.500 inmigrantes viven en unos 120 asentamientos de chabolas que existen en Almería, especialmente en el Poniente y la comarca de Níjar, lo que supone un aumento cercano al 20% respecto al periodo inmediatamente anterior a la crisis, según las últimas estimaciones de la Cruz Roja.
Se ha detectado el regreso al chabolismo de muchas personas que han perdido su trabajo y su casa. Se tata, en su mayor parte, de magrebíes y subsaharianos de 18 a 34 años, que se encuentran atrapados por la crisis, bajo el agobiante calor de los plásticos de sus chabolas, sin agua ni luz, con poco o ningún trabajo, sin papeles y con escasas posibilidades de desplazarse a otro lugar en busca de algo mejor.
La crisis ha agravado aún más la situación de estas personas, hasta el punto de que ha provocado situaciones nuevas, como la llegada a las chabolas de mujeres que vivían con amigos o familiares y que, al quedar en paro, no han podido seguir manteniéndolas.
Muchos de los que habitan los poblados han llegado hace pocos meses en patera y se muestran sorprendidos por la falta de trabajo en España, aunque otros muchos que provienen de los centros de internamiento de Canarias ya llevan tiempo padeciendo los rigores de la crisis y la falta de empleo.
Autor: estracto de M. Cabrera
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