Elías Bendodo, presidente de la Diputación, en un pleno |
No hay quien se resista a esos supershows con algo de circo, algo de teatro, algo de performance y mucho de pelea de locas en el barro; y esta vez, además del programa habitual de injurias y marrullerías, con el duelo colosal entre Caracuel y Conejo, un puteo tipo Jennifer Jones y Gregory Peck en ‘Duelo al sol’ pero con boina: Caracuel, la Nuria Espert de la Avenida de los Guindos, la Gran Dama del Ergotango, insultando a su rival como una vestal en trance; y Conejo mareándola con su amplio repertorio cómico de la mejor tradición española, Esteso, Xan das Bolas, Marianico el Corto, y sobre todo el gran Chiquito. El show de Diputación siempre ha tenido un nivelazo, pero ahora está mejor que nunca.
Esperanza Oña, del PP, hoy parlamentaria andaluza; ayer gran animadora de los shows de Diputación |
La oposición ataca con el chófer de 55.000 pavos del presidente; y los suyos replican con las camareras que le servían taquitos de jamón a Pendón a mediodía. También les acusan de repartirse “bolsas de dinero”, en vez de sobres como Bárcenas, con el estilo coherente de los bandoleros de la serranía, los nuevos currojiménez del presupuesto. Tienen tralla, y no caen en la tentación infantil de irse al juzgado de guardia; prefieren el show desopilante de ‘y tú más’ a calzón quitado.
La Diputación es un estupendo Parque Temático de la Política Basura. Siempre hay diversión garantizada, como en el circo romano. Vicepresidentes con un máster de gorra; defenestraciones sectarias como el Defensor del Ciudadano; nombramientos cómicos como el jefe de la Oficina de Atención al Alcalde; planes ridículos como Ningún Pueblo sin Pádel. Definitivamente hay que salvar la Diputación; tal y como está la tele, más que nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario