Y no se conforman con mejorar sus condiciones de vida, o al menos intentarlo, sino también en denunciar que también existe el derecho a no tener que emigrar, que se podría ejercer si no se produjera el robo y la desigualdad a los países empobrecidos; a que se respeten las condiciones laborales y de convivencia una vez se establecen en nuestro país; y que también se puede realizar una labor política y social denunciando estas situaciones y poniendo estos diálogos y temas encima de la mesa.
Así se pudo comprobar con la Vigilia que tuvo lugar en la Parroquia Pío X y la Marcha que acabó en la Playa de El Palmeral. Durante toda la mañana, además, se instalaron en diversos puntos de la ciudad varios puestos de publicaciones solidarias para llamar la atención sobre estos problemas. De nuevo, los almerienses con los inmigrantes.