Recordamos como, al empezar a ver las orejas al lobo de la crisis,
el presidente Zapatero se sacó de la manga un pretendido "derecho al aborto" para servirse de él como
supuesto ropaje de izquierdas, ante la batería de medidas
ultraliberales que le iban a hacer tomar contra los empobrecidos
(retraso de la jubilación, abaratamiento del despido...) y que se
sumaban a las que ya había puesto en marcha alegremente (canon digital,
favorecimiento a las grandes empresas y bancos...).
El PP ha planteado un anteproyecto de Ley que pretende volver a la doctrina del Tribunal Constitucional y que, no sabemos como terminará. La discordia entre los dos pulmones del partido (liberal y democristiano), así como los cálculos electoralistas, que son los que mandan, quizá metan en el cajón, el citado anteproyecto, a la espera de que escampe.
Buena parte de la izquierda oficial, tras muchos años de traje, se ha vuelto a poner la chaqueta de pana para salir a la calle a pedir que se consagre como "derecho", algo que, al tiempo, afirman que es una tragedia, y que no quiere nadie.
Sorprende que esta misma izquierda, ante la crisis, oferte "mínimos familiares de luz y agua", millones de euros en construir carriles-bici, y otras medidas "revolucionarias".
Pero la cosa ha dado más de sí, de
hecho, hubo un pleno sobre el aborto en el Parlamento Europeo al que,
por parte de la Comisión asistió ni más ni menos que, ¡el comisario de
transportes!
Esto es el aborto para nuestros políticos. Uno no sabe si esperar que, de una vez por todas, se les caiga a los votantes católicos de unos y otros, la costra de los ojos.
Ahora bien ¿Argumentos
científicos sobre el aborto?.... No mire usted, de eso, no nos queda.
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