El pasado verano se organizó en Albuñol (Granada) un acto público con el ánimo de hacer presente en medio de nosotros el sufrimiento de los inmigrantes empobrecidos. Organizado por la Parroquia de Albuñol y el Movimiento Cultural Cristiano y con la colaboración de otras instituciones del pueblo se desarrolló el acto con el lema ‘los inmigrantes son personas, no mercancía’ aludiendo a la reciente frase de Benedicto XVI. Albuñol es un pueblo con menos de 7.000 habitantes y más de 30 nacionalidades diferentes.
El acto se inició con una Eucaristía y continuó en la misma plaza del Ayuntamiento donde se realizó una concentración. Consistió en unas palabras del párroco Manuel España, y el testimonios de inmigrantes de varios países, con sus historias personales cargadas de dolor y esperanza, para acabar con algunas canciones a modo de plegarias en la plaza pública.
Con varias exposiciones, proyección de vídeos y material de profundización sobre la inmigración y la necesaria acogida que le debemos a los hermanos que vienen de otros países expulsados por la necesidad y el hambre. Para un cristiano nadie es extranjero.
Durante más de una hora se congregaron más de un centenar de personas, de varias religiones y de un gran número de países para recordar que todos somos hermanos, hijos del mismo Padre.
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