Pues bien, esos portátiles los compró la Junta a las empresas: Informática Graef y Electronics Device Manufacturer, que llegaron a facturar más de 14 millones de euros. Empresas que fueron contratados a los dos años de nacer.
Estas empresas, formadas por ex directivos de Fujitsu, ganaban los concursos con mucha facilidad; así se convirtió en el único y exclusivo proveedor de material informático de la Junta desde 1994.
Ambas empresas, Graef y EDM, dependían básicamente de los fondos públicos y acabaron entrando en concurso de acreedores. Actualmente el juzgado de instrucción 16 de Sevilla investiga las facturas falsas de estas empresas en relación con el caso Invercaria.
A partir de ahora cuando veamos los portátiles de nuestros hijos podremos hacer una relación directa con el paro de los miles de profesores interinos.
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