Vivimos en un país en el que; al comprar una barra de pan o un café estamos pagando IVA, o sea, impuestos, y por tanto, al mismo tiempo pagamos, al PP, al PSOE, a IU, a UGT, a CCOO, a la CEOE y a toda la ristra de siglas que reciben dinero pagado por los ciudadanos.
A esto hay que añadir lo recaudado por IRPF, Impuesto de sociedades, etc. Nos obligan a pagar a las citadas instituciones, y ya hemos visto que lo hacemos, cotidianamente. Y además ellos pueden hacer con lo nuestro lo que les plazca, sobre todo, si no les pillan.
Sabemos que en el IRPF existe el caso de las famosas X de asignación tributaria al sostenimiento económico de la Iglesia Católica y a otros fines sociales. De forma que si tachamos las citadas cruces, un pequeño porcentaje de nuestros impuestos se destina a esta financiación, y si no las tachamos, no. Son el único hueco que tiene el sufrido ciudadano para decidir, mínimamente, donde va su dinero.
Hace pocos días, aparecía la noticia de que, en Italia, tenían previsto un sistema de asignación tributaria como este, para los partidos políticos. Se ve que para eso, los españoles, no somos tan europeos. ¿Por qué? ¿Tienen miedo quizá nuestros políticos y sindicalistas, a quedarse con lo puesto? Hay que decir cada vez más alto que la autofinanciación de partidos y sindicatos es condición indispensable para una verdadera democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario