La formación y el trabajo asociado y permanente, debe embargar toda nuestra vida. Sólo la solidaridad es el camino, sólo la caridad política puede conseguir el final del sufrimiento de esta infancia que hoy derrama su sangre y su sudor en talleres, en minas, en prostíbulos para saciar nuestro consumismo y el ansia de poder y lucro de este imperialismo salvaje.
Este año las Jornadas Universitarias con los Pobres de la Tierra en la Universidad de Sevilla han
cumplido 25 años. Y en esta ocasión el lema que ha enmarcado las Jornadas ha sido La Iglesia contra el Imperialismo:
esperanza para los pobres. No a la esclavitud infantil.
Comenzaron con la aportación de la responsable de la Campaña
Norte-Sur de Córdoba, Consolación Vidal junto con jóvenes, responsables éstos
de la Marcha por la Solidaridad que se va a llevar a cabo en el 2014. Con sus
aportaciones y a través de vídeos pusieron rostro a los niños esclavos afirmando,
que prácticamente en todos los sectores
de la economía se explotan a niños.
También hablaron de sus causas, políticas, económicas,
sociales, etc. para finalmente invitar a
los asistentes a trabajar y luchar por los niños esclavos, actualmente más de 400 millones. Y la única forma -decían- es la formación y el trabajo asociado y
permanente, que embargue toda nuestra vida.
El segundo día estuvo centrado en el papel de los Organismos
Internacionales.
El ponente Juan José Marín, habló del papel de la ONU con sus
agencias, de sus compromisos y actuaciones, llegando a afirmar que los organismo internacionales están siendo correa de transmisión de los grandes poderes
económicos , principalmente las grandes transnacionales de las que reciben gran
parte de su financiación y de esta forma perpetúan el hambre, el paro, la explotación
de niños.
La ONU -afirmó Marín -a través de sus agencias y los Objetivos delMilenio han optado por el control poblacional. Se plantean la eliminación de la pobreza eliminando
a los pobres.
Continuaron las jornadas en su tercer día con Oscar Lavín,
sacerdote que habló sobre el papel de la Iglesia. Hizo un breve recorrido por algunas encíclicas de los
últimos Papas en las que se manifiesta la continua denuncia de lo que Juan
Pablo II denominó Imperialismo conformado por lo que él también definió como Estructuras
de pecado. Unas estructuras que abarcan y configuran todos los ámbitos de la vida del hombre: político, social, cultural, económico y religioso.
El ponente expresó que la Iglesia afirmaba que este
Imperialismo estaba llevando a cabo grandes cambios con millones de víctimas en su implantación y que
la única manera de combatirlo es generando una cultura solidaria, porque lo
cultural -manifestó Lavín- configura
todos los planos o ámbitos del ser humano.
Finalizaron las jornadas, en su cuarto día, con la
intervención de Rodrigo Lastra, que
comenzó diciendo que cuando se habla de un hecho tan doloroso como la esclavitud deniños hay que hacerlo con gran respeto, llevarlo al corazón para, desde ahí, plantearnos seriamente su erradicación.
Enumeró
varios ejemplos de lucha por la justicia que llevan a cabo los empobrecidos en
distintos lugares de nuestro planeta. Insistentemente planteó la pregunta: si fuesen nuestros hijos los que sufrieran la
explotación, el abuso sexual, la falta de medicinas, el no poder ir al colegio,
¿qué haríamos?¿seríamos capaces de permitirlo?
Por ello -insistía- sólo la solidaridad es el camino, sólo la
caridad política puede conseguir el final del sufrimiento de esta infancia que
hoy derrama su sangre y su sudor en talleres, en minas, en prostíbulos para saciar nuestro consumismo y
el ansia de poder y lucro de este imperialismo salvaje.
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