"Entiendo por pueblo todo el que trabaja, todo el que no tiene existencia social, todo el que no posee nada: vosotros sabéis que quiero decir los proletarios…
Ved a ese otro proletario, Cristo el Galileo, que predicaba la igualdad y la fraternidad…, transformó el orden establecido… Juzgad que desastre habría si repentinamente los pobres, los obreros, los agricultores,… en lugar de ser aplastados bajo el peso de 15 horas de trabajo excesivo, cuando tienen la suerte de trabajar, encontrasen que podían dedicar cada día un cierto tiempo a la adquisición de cultura, al desarrollo de su inteligencia; si en lugar de pasar sus momentos de descanso en la taberna, pudiesen asistir a cursos elementales, adquirir conocimientos por medio de los cuales el trabajo se volvería más productivo y menos penoso. No, no lo toleraríais…"
Petición a la Cámara de Diputados de Francia 1831.
Charles Béranger, obrero relojero.
Historia del Movimiento Obrero I.
Edouard Dolleans.